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La ciencia detrás de la motivación y cómo mantenerla alta. Según el artículo, la motivación no se encuentra solo en el cerebro, sino que se considera una experiencia corporeizada que implica tanto a la mente como al cuerpo. Se menciona que la dopamina juega un papel clave en la motivación, y el ejercicio físico es una forma de aumentar nuestros niveles de dopamina y, a su vez, nuestra motivación. También se aborda el papel de la oxitocina y el estrés en la motivación. Mientras que la oxitocina, a menudo denominada la "hormona del amor", puede aumentar la motivación y el bienestar, el estrés crónico puede resultar en falta de motivación. Por último, se habla de la relevancia de la autocompasión y la autocrítica en la motivación. El artículo sugiere que ser autocompasivo puede ser más beneficioso para mantener la motivación que ser autocrítico. Se propone que, en lugar de castigarse por no alcanzar ciertos objetivos, uno debería tratarse con amabilidad y entender que todo el mundo comete errores. El artículo concluye con la idea de que el mantenimiento de la motivación es un proceso holístico y multifacético que implica a numerosas partes del cuerpo y el cerebro.

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