Para una sociología de la emancipación mental
Editorial: Springer
Licencia: Creative Commons (by)
Autor(es): Jantje Halberstadt
Antonieta Alcorta de Bronstein
Jean Greyling
Shaun Bissett
En las décadas de los años cincuenta y sesenta el pensamiento latinoamericano tuvo como centro neurálgico a Chile, país que fungió -a decir de Fernanda Beigel- como una especie de “cosmópolis intelectual”; un lugar de universalización del pensamiento desde nuestra región.
Reflexionar sobre el desarrollo histórico de la ciencia social y de la filosofía desde México nos lleva a retrotraernos una y otra vez dicho momento chileno en el que aconteció una fuerte colaboración y un intenso debate que tenía como agenda transformaciones políticas radicales. En esos años, los proyectos revolucionarios latinoamericanos se contrapusieron al enfoque desarrollista y modernizante que en el país andino encontraba fortaleza a partir de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Para el pensamiento crítico, la creación del Centro de Estudios Socioeconómicos (CESO) fue uno de los mayores aportes
a la producción de conocimiento regional. El cierre del CESO bajo la dictadura encabezada por Augusto Pinochet fue pieza clave de la ruptura del diálogo latinoamericanista desde Chile.
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