Población escolar y alimentación, ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Licencia: Creative Commons (by-nc-nd)
Autor(es): Juana Anguita Acero
Eduardo Lòpez Bertomeo
Los procesos actuales de globalización que caracterizan a las sociedades más desarrolladas llevan implícitos altos niveles de conectividad y la destrucción de interrelaciones inimaginables hasta ahora. Ese proceso de globalización ha generado grandes avances sociales y económicos a nivel internacional, sin ser España una excepción. Nuestro país ha alcanzado altas cotas de desarrollo en las últimas décadas, lo que convierte a la sociedad española en una de las más avanzadas del mundo. Esta circunstancia revierte en ella misma, ofreciéndole un amplio abanico de posibilidades para la mejora de los niveles de calidad de vida y bienestar. No obstante, del grado de desarrollo social y económico también se derivan situaciones que dificultan el pleno desarrollo personal y los estilos de vida saludable. En este sentido, es indudable que los ritmos de vida, donde lo laboral parece primar sobre lo social, y la consecuente y creciente dificultad para la conciliación de la vida laboral y la vida familiar, hacen que esa misma sociedad que se beneficia de altos niveles de desarrollo económico, se veada perjudica a la hora de encontrar tiempo para el desarrollo de la individualidad de las personas. En ese proceso de desarrollo y plenitud individual la salud juega un papel fundamental y, dentro de ésta, el conocimiento del propio cuerpo, la práctica habitual de ejercicio físico, la adecuada gestión emocional y la adquisición de ciertos hábitos de alimentación desempeñarán un rol fundamental para el mantenimiento de niveles saludables en nuestra sociedad. Obviamente, de una sociedad que encuentra dificultades para conciliar la vida laboral y la vida familiar, se puede deducir que los grandes perjudicados serán niños y adolescentes en lo que respeta a su calidad de vida. Es cierto que en las sociedades se desarrollan, una vez que los niños y adolescentes finalizan sus periodos escolares, realizan una gran cantidad de actividades extraescolares, ya sean deportivas o académicas. Sin embargo, ¿qué lugar ocupa la educación nutricional para la adquisición de hábitos de alimentación saludable? ¿Qué ocurre con el consumo responsable de alimentos frente al consumo impulsivo y descontrolado? A este respecto, los últimos estudios sobre alimentación infantil señalan que todavía hoy en España existe una prevalencia de un 23,2% de sobrepeso y un 18,1% de obesidad infantil, lo que implica un alto riesgo para el desarrollo de diversas enfermedades en el futuro de niños y niñas en edad escolar (ALADINO, 2015). Ante datos tan negativos, ¿qué medidas adoptarán estas proximidades tan dispares como las administraciones públicas, los centros educativos y las familias? El presente trabajo tiene por objeto abordar los retos a los que se enfrenta la sociedad actual en términos de alimentación, así como la situación real de la población en edad escolar desde la perspectiva de sus hábitos de alimentación, aportando además coherencia a las diversas propuestas que surge desde la política educativa y que tratan de hacer partícipes a los principales agentes educativos, es decir, administraciones, familias y escuelas. Asimismo, se pretende analizar la importancia que tiene la colaboración de los principales agentes educativos en la adquisición de estilos de alimentación saludable,
[Sevilla: 2020]
Compartir:
Una vez que el usuario haya visto al menos un documento, este fragmento será visible.