Repensemos el juego
Editorial: InCOM
Licencia: Creative Commons (by-nc-nd)
Autor(es): Contreras, Ruth
El juego es más viejo que la propia cultura y la razón por la cual puede ser culturalmente valioso es porque tiene una función en sí mismo. En la historia podemos remontarnos al principio de rebus para ello, un principio que se usó en el surgimiento de la escritura alfabética y según el cual algunos ideogramas pasaron a utilizarse para representar el sonido inicial de la palabra representada por este. Y tal como afirma Marius Serra en páginas posteriores, la invención del alfabeto y de la escritura serían considerados un juego de palabras, ya que “los historiadores explican el nacimiento de la transcripción a partir de diversos símiles, dos de los cuales tienen que ver con el juego”.
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No es una cuestión estratégica, retórica, o política, más bien, se ha buscado representar y comprender una actividad básica del ser humano. La “conceptualización” sigue la idea de dar respuestas a un fenómeno del mundo en el que se identifican otros conceptos relevantes, así que repasemos brevemente algunos de los conceptos clave más utilizados en el tema y algunas de las reflexiones de nuestros invitados. Johan Huizinga en su famoso libro Homo Ludens de 1983 explica que jugar, es un acto que constituye diversas formas culturales que facilitan las normas o códigos de la semiótica de la sociedad. El jugador se comprome a seguir unas normas que rigen su conducta y, de esta forma, el juego permite al sujeto realizar acciones que no tienen porque tener consecuencias materiales.
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Necesitamos más teorías de manera que los términos y los principios asociados con personas e instituciones, invoquen a lograr un nuevo contexto mucho más crítico. Es una evolución. Así que os invito a que repensemos el juego.
[Barcelona: 2015]
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