Tiempo y cambio: una interpretación relacional
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Autor(es): Gómez, Mikel
Todos los seres humanos compartimos la experiencia del tiempo, es algo esencial que está presente en todos los ámbitos de la vida humana. Nuestra percepción está claramente marcada por la temporalidad, los sucesos que percibimos se nos aparecen ordenadamente y nuestro cerebro los almacena en la memoria. Además, gracias a la ordenación temporal de la que es capaz nuestro cerebro, no confundimos nuestras percepciones pasadas con las presentes; menos aún con nuestras perspectivas sobre sucesos que esperamos o creemos que sucederán. Esta temporalidad también está reflejada en nuestro lenguaje; en este hay tiempos verbales que ordenan el relato y evitan incoherencias o contradicciones en el discurso. Gracias a la naturaleza temporal del lenguaje podemos afirmar que antes P y ahora ¬P, pero, sin ella, caeríamos en una contradicción evidente al afirmar que P y ¬P. No obstante, el tiempo no parece un fenómeno interno del ser humano, al menos, no exclusivamente. Cuando observamos el mundo, constatamos su constante cambio y advertimos que unas cosas dan origen a otras, o más bien, unas cosas se transforman en otras.
[2020]
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